lunes, 23 de marzo de 2020

Especial: El mundo después de la cuarentena

Volví, como vuelvo cuando la vida (y la vulnerabilidad, sobre todo) lo permite. Volví en tiempos confusos. El mundo dejó de ser todo lo que conocíamos. Nadie se lo imaginó. No deja de parecer una distopía, un hecho surreal, una realidad paralela. El mundo cambió, de una forma tan contundente e inmediata, que resultaba imposible contar con un manual que nos ayudara a entenderlo. Vivimos de especulaciones en tiempos inciertos, sobrevivimos, en la seguridad de nuestro hogar, basándonos en la idea de un mundo mejor allí, esperándonos, al final de las cuarentenas, a la apertura de las fronteras. 

Si bien, el panorama deja más preguntas que respuestas, y los pasos agigantados de las medidas de protección -sumamente necesarias- resultan casi impredecibles, muchos preferimos pensar en que será mejor lo que venga.

Esto implica que, desde ya, muchas empresas deben comenzar a entender lo que sucederá con su existencia misma, el futuro de su sector y lo que puede acontecer de forma inmediata con su continuidad. Como lo dije en Twitter hace días, el porvenir no será muy llevadero para muchos. 



Hay compañías, modelos de negocios y cargos que están destinados a desaparecer; veremos un empujón clave para entender temas como la responsabilidad social, la transformación digital y los recursos humanos darán un vuelco elemental para garantizar la permanencia en el futuro; nuevas habilidades serán exigidas a la población laboral y reconstruiremos la concepción que tenemos de la salud, el vestuario y el contenido, convertido en un elemento de consumo primordial para la sociedad.

Es más que menester afirmar que no soy un experto, solo soy un comunicador más, con un teclado y un procesador de texto tratando de narrar una idea sobre el futuro del modelo de consumo, desde su visión (y su ambición). Así que este especial, con la bendición de que mi productividad y mi recién adquirido sentido de la disciplina, tratará de abordar varias ideas que considero más que discutibles sobre el futuro en pausa, el renacimiento social y las proporciones del cambio. No pretendo poner nada sobre la roca, porque así como no imaginé nunca escribir sobre eso, me queda la lección de que el devenir es más astuto que nosotros y, en efecto, más rápido también.

Así que, cada dos días (I guess so) les presentaré un artículo nuevo, en el que mencionaré algunas ideas sobre este impetuoso viraje de destino: 

Mi área de conocimiento (quién se imaginaría que diría esto en un blog que fue de moda) son las empresas, así que partamos desde ahí para comenzar. ¿Listos? Motívenme a continuar, compartan esta publicación y abramos las conversaciones alrededor del impacto de una pandemia en la era de la inmediatez. 

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